miércoles, 12 de noviembre de 2008

Fundación de Ciegos Manuel Caragol



La Fundación de Ciegos Manuel Caragol no comenzó a existir como tal hasta mediados de los años noventa, concretamente fue constituida de forma oficial el 10 de octubre de 1995, pero ese momento no representó el nacimiento de un nuevo proyecto, sino la oficialización de uno ya existente que contaba en su haber con un buen número de logros, mucha labor realizada y, lo que era más importante, un enorme apoyo del colectivo para quien iba destinado. Todo comenzó cuando el señor Manuel A. Caragol, persona de gran vitalidad y con notables dotes emprendedoras, perdió la visión a raíz de un siniestro; el hecho, qué duda cabe, constituyó un duro golpe para él, pero bien pronto su impulsivo carácter le llevó a considerar que era preciso enfrentarse a la realidad y, lejos de resignarse con su desgracia, tratar de paliarla con los medios que estuvieran a su alcance. Fue entonces cuando inició, primero en España (su país de residencia) y luego en el extranjero (principalmente en Inglaterra y Estados Unidos), una investigación encaminada a hallar productos que facilitaran a los ciegos el acceso a su entorno cotidiano, lo cual representó una labor de contactos casi permanentes con empresas y entidades dedicadas a la fabricación y distribución de tal material. Por aquellas fechas, la informática comenzaba a adquirir cierta importancia en los hogares de nuestro país (España), pues en otras partes del mundo ya estaba plenamente consolidada como una herramienta indispensable en cualquier circunstancia laboral o doméstica; también el colectivo de los ciegos y débiles visuales había comenzado a gozar de las ventajas de esta tecnología, en la cual acababa de descubrir un gran aliado para asistirle en la escritura de documentos, la lectura de libros y las comunicaciones con otras personas. Muy pronto nuestro hombre pudo constatar la validez de esta herramienta y comenzar a trabajar en mejorar sus adaptaciones para poder ser usada plenamente por personas sin vista; había mucha labor por hacer, pues los productos que existían entonces eran bastante primitivos excepto quizá los que se podían adquirir en los Estados Unidos y en algunos países muy evolucionados de Europa, pero no importaba: era preciso seguir adelante con la firme voluntad de vencer todos los obstáculos que fueran surgiendo. A raíz de una circunstancia que sería larga de explicar, cierto día el señor Manuel Caragol entró en contacto con el señor Jordi Fernández, fisioterapeuta de profesión y persona muy próxima a diversas asociaciones de ayuda a discapacitados en general, y que tenía el mismo problema que nuestro hombre, pues estaba perdiendo la visión de forma progresiva e irreversible. Este hecho representó el comienzo de una larga amistad y de una estrecha colaboración entre ambos; desde aquel punto y hora, como quien dice, los dos recién conocidos se pusieron a desempeñar la labor de contactar empresas que fabricaran material informático para ciegos y de probar esos productos. Al cabo de cierto tiempo, este sólido equipo, con algunas colaboraciones esporádicas o permanentes, obtuvo diversos logros importantes, entre los cuales destacaron: - La adaptación al idioma español de un sistema avanzado de lectura verbal de las pantallas que maneja el entorno DOS (JAWS for DOS de la empresa norteamericana Henter-Joyce (actualmente integrada en el grupo Freedom Scientific)) - La inclusión del idioma catalán en un equipo externo de síntesis de voz (Apollo2 de la compañía inglesa Dolphin Oceanic (hoy llamada Dolphin Computer Access)) - El perfeccionamiento de un potente programa de lectura de documentos digitalizados mediante escáner para funcionar correctamente en los idiomas español y catalán (Open Book de la también norteamericana organización Arkenstone (hoy absorvida igualmente por Freedom Scientific)) En definitiva, la labor fue tan grande que muy pronto comenzó a ser conocida entre los discapacitados visuales técnicamente más exigentes que residían en las cercanías de Barcelona, ciudad donde habitaban los dos artífices del proyecto. Comenzaron a aparecer personas interesadas en contribuir a la labor o simplemente en beneficiarse de sus no pocos logros, y día tras día el círculo de relaciones se iba ampliando y sumaba nuevos colaboradores. Un suceso trágico, la muerte del señor Manuel Caragol acaecida el 16 de febrero de 1995, supuso un serio revés para el grupo ya formado: ¿qué ocurriría a partir de ese momento?, ¿de qué forma podría continuarse la labor sin la presencia y la vitalidad de su iniciador y máximo cerebro?; en cualquier caso, sería imperdonable abandonarlo todo ahora que se tenía tanto trabajo hecho y que el futuro, sobretodo con la evolución que estaba experimentando la informática, prometía tanto... Y fue entonces cuando surgió la idea de crear una fundación encaminada a tal objetivo; pero debemos retroceder en el tiempo para mencionar una circunstancia que había de ser decisiva para el nacimiento de nuestra entidad. Una de las personas que se incorporaron al grupo de investigación antes del fallecimiento de su máximo exponente fue Xavier Albouy, joven estudiante de derecho residente también en Barcelona y que había perdido la visión a los dieciocho años; para él, esto representó un duro golpe, pero muy pronto, y gracias a su entrada en contacto con el señor Manuel Caragol, descubrió que podía seguir adelante en sus estudios de forma autónoma como lo hiciera antes de quedar ciego. Este acontecimiento mantuvo unidos en una firme amistad a sus dos protagonistas lo cual, pocos días después de la muerte del señor Caragol, provocaría que la familia del finado recibiera la llamada del joven Xavier proponiéndoles la idea de crear una fundación en su memoria que continuase la labor que con tanto entusiasmo había desarrollado. Desde entonces, y con la ayuda de los numerosos colaboradores con que la institución ha ido contando, hemos tratado, a veces con más éxito y otras con menos, de proseguir la labor iniciada para que los ciegos y discapacitados visuales españoles y catalanes puedan trabajar plenamente con equipos informáticos. Como el desarrollo subsiguiente de nuestra trayectoria va asociado a acontecimientos más de orden tecnológico que personal, hemos juzgado preferible exponerlo en un apartado separado de esta presentación, que hemos denominado "historia de los revisores de pantalla en la Fundación de Ciegos Manuel Caragol", y que os invitamos a leer pues en él quedan sintetizados todos los momentos, los buenos y los no tan buenos, que ha vivido nuestra entidad desde el día de su creación.

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